Y llegó la época de las bodas... y yo tengo la mala suerte de ser la responsable de los eventos...
Yo, una persona que no se da cuenta de que han quitado un andamio de su calle, que mi planta se ha muerto, o que se muerde las uñas de pensar que tiene que elegir una bombilla para una lámpara. Éso, por no hablar de muebles y combinación de colores.
Y esa misma persona se tiene que sentar con una cantidad ingente de pedorras, jóvenes, guapas, feas, listas, tontas, mimadas, etc. (las hay de todos los colores y sabores) a aguantar la tortura de la preparación de una boda.
Dios, no sabía que por una tarta se podía tener un ataque de nervios... cuando les digo que su persona de contacto (vamos la menda) se va de vacaciones en agosto tengo casos de hiperventilación....
En fin, que cada día se me quitan más las ganas, ¿no se puede pasar directamente a la luna de miel? :-)
Además ya en la preparación puedes ver la duración que va a tener el matrimonio. Por ejemplo:
Tipo A: "Mi futura mujer está embarazada así que la salsa con vino tinto de la carne ¿podría no tener alcohol?". Y cuando la novia se va al baño: "le voy a decir que tenemos una habitación normal, pero resérveme la suite."
Tipo B: Mi futuro marido está demasiado ocupado y la boda le da igual, él solo paga la factura.
Tipo C: "No necesitamos mesas altas" - dice el novio. "Son absolutamente necesarias porque ya he elegido las flores para esas mesas" responde la novia. "Quiero un cerdo asado en el jardín" remata el novio. "Eso no pega conmigo, si te quieres casar conmigo va a tener que ser sin cerdo".
Tipo D (al que responden los rusos): "Haga todo lo que mi futura mujer quiere (generalmente mandona, maleducada, prepotente e ignorante), yo pago pero hágame un buen precio (con guiño incluído).
miércoles, 15 de julio de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)