lunes, 25 de abril de 2011

Karma

El torbellino comenzó el día de mi cumple cuando mi jefe me dijo que quería hablar conmigo. Tenía que decirme algo: "Hoy he dimitido y la semana que viene es mi última semana".
P.S: ¡Felicidades!
Desde que se fue he estado haciendo el trabajo de dos. Y siendo dos ya ibamos justos. Tres meses de alrededor de 13 horas al día, seis días a la semana de trabajo. Adios a mis navidades, a mi vida privada o a cualquier vida que no fuera el trabajo.
El otro día quedé con mi exjefe para tomar un café con la esperanza de que me contara que todo había "merecido la pena" porque estaba contentísimo con su nuevo trabajo. Nada más lejos de la realidad... No solo no estaba contento, sino que un mes después de su llegada estaban restructurando la empresa y se acababa de quedar sin trabajo.
No me alegro, más bien todo lo contrario, pero a veces creo en el karma, o destino o llámalo X. No tenía porqué pensar en mí cuando decidió irse y ciertamente no lo hizo. Pero te quedas con mal sabor de boca de pensar que la situación está lejos de ser "win, win", sino más bien "fuck, fuck".
Por suerte, o llámalo X, su sustituta es todo lo que podría haber deseado. Vuelvo a tener tiempo para algo más que dormir y trabajar... hasta me he acordado de que tengo un blog.