domingo, 26 de octubre de 2008

Los viajes de Willy Fog

No es la primera vez que las cosas vienen rodadas y me encuentro con un calendario de viajes que nada tendría que envidiar al de Willy Fog en su vuelta al mundo. La única pequeña diferencia es que no suelo hacerlo en 80 días, sino en mucho menos.

En teoría me iba a quedar el mes tranquilita en Madrid. La práctica es que vine, pasada una semana me fuí 5 días de vuelta a Berlín para que Jon no pensara que le había abandonado de verdad y acabé de visita impromptu en Edimburgo donde me esperaba mi hermana y su habitación en el campus de Cenicienta. Y digo Cenicienta, no porque se pase el día limpiando para sus hermanastras que no (bueno, sin contar con el francés con el que comparte cocina) sino porque tiene a los ratoncitos, los conejos, las ardillitas y los pajaritos que adornan la película. Aunque quizás sería mejor símil Bambi...


Después de un día y medio en Edimburgo, vuelta a Madrid para coger un avión al día siguiente a Miami. El objetivo, aprovechar el último billete que tengo de Iberia con mi madre y mi hermana y, para qué os voy a engañar, quemar mi tarjeta de crédito. Sí, me ha podido en consumismo, después de un año en el que he viajado mucho pero apenas me he comprado cosas he decidido que, si hay crisis, hay que potenciar el consumo. Ahí estoy yo para apoyar a la economía, vale que no es la española, pero ya sabemos que si a EEUU le va bien el resto vamos detrás.

Y me cegó la fiebre consumista: vaqueros, maquillaje, ropa interior, gafas de sol, zapatos, etc... Una ruina. Hay que ver lo que dan de sí dos días de compras ;-)

Las consecuencias de estos viajes, siempre las mismas: el cuerpo chungo y dopada con aspirinas o antibióticos y la cuenta tiritando pero que me quiten lo bailao...

viernes, 17 de octubre de 2008

¿Os la dan con queso?

¿Sabes distinguir una sonrisa falsa de una verdadera? Pues lo podéis comprobar en la página web de la BBC:

http://www.bbc.co.uk/science/humanbody/mind/surveys/smiles/

Yo sólo he tenido 11 aciertos de 20... qué fácil que es engañarme :-)

domingo, 12 de octubre de 2008

El retorno de los hijos pródigos

Hay que ver lo que une el ICEX y, en especial, el CECO: esos nombres en la cabecera de las mesas, esa cafetería, esa empanada... y después de un año, poco a poco, cual hormiguitas, nuestros caminos se vuelven a juntar en Madrid a la caza de la segunda fase de la beca.

Y tuvo lugar la cena - espero que no la última cena - con el resto de "mis" becarios: los de cerca (europeos) y los de lejos (americanos y asiáticos). No estaban todos y aún así ya era demasiada gente para todo lo que quieres preguntar, contar, saber... ¡qué alegría ver tantas caras felices!

Las conversaciones se entrecruzan y quedan a medias ya que una cosa da pie a otra y es que ¡hay tanto que contar! Tenemos amores y desamores, grandes futuros profesionales, historias de aventuras, atardeceres inolvidables, horas de risas y muuuuuuuchas lentejas.

Porque esta beca nos ha cambiado a todos un poco la vida. Y eso que hay algunos que todavía no se han enterado. Ahora espero las quedadas reducidas para charlar tranquilamente con todos y enterarme de verdad qué tal les ha tratado la vida en este año.

Y vuelves a Madrid siendo la misma apenas un año después y casi todo está como lo dejaste en la superficie, pero cuando buceas, el fondo ha cambiado. La immensa alegría de ver a familiares y amigos aplaca ese sentimiento de no acabar de encontrar tu sitio, como si te hubieras marchado dejando una cama de matrimonio y al volver te hubieras encontrado un catre diminuto. El hueco que ocupabas en la vida de los demás se ha reducido a llamadas e emails y tienes que volver a encontrar tu sitio en la ciudad, en tu familia, en tus amigos.

Me vuelvo a ir un año, contenta, pero con la esperanza que aquellos a los que quiero me sigan echando de menos tanto como yo a ellos y con la promesa de que, a pesar de que ya sé que cuando vuelva no voy a tener una cama de matrimonio esperándome, nunca volveré para encontrarme durmiendo en el suelo.

Aviso a barcos pesqueros y navegantes...

Para aquellos que creían en que no llegaría el día en que dejara mis merceditas negras con puntos blancos y lacitos, mis vaqueros, mi cara lavada y mi lema de "la comodidad es lo primero, que sufran otras para presumir"...

Para los que creían que ya no tienen casa gratis en Berlín...

Para los que creían que no era posible que mi CV fuera aún más diverso e ¡¿internacional?!..

Pues ha llegado el día en forma de una segunda fase de mi beca en un hotel chupi guay de Berlín. Así que: sí, me veréis echa un brazo de mar (como diría mi abuela), sí, tenéis un año más de casa en Berlín y sí, de nuevo, algo diferente, un hotel. Con muchas ganas y mucha ilusión.

Ya veremos cómo se da el año... lo que está claro es que voy a poder decir un tiempo más eso de "están locos estos germanos".

jueves, 2 de octubre de 2008

Es tiempo de cambios...

Mi teoría sobre la segunda fase de la beca, la fase de un año en empresas españolas, es que se puede comparar con ir a adoptar un perrito. Te facilitan toda la información y, a pesar de todo, vas a la perrera sin tener ni idea del proceso.

Te enseñan a 30 perritos y empiezas a tener favoritos: "el pequeño, seguro que come poco", "mejor que esté castrado y así no da problemas", "pero que esté ya adiestrado porque paso de enseñarle nada", "uy no, ese es muy feo", "¿y no podría ser con pedigri?"... total para al final ser un desalmado y dejarle abandonado en la cuneta en las siguientes vacaciones.

Pues así veo yo las becas. Ojo, que no es una visión pesimista, sino realista. Siempre existe la posibilidad de que te acaben cogiendo cariño y que quedes con ellos o de que te acoja LA familia. Sí, esa que de verdad quiere a un perro y no le importa que seas el chucho con pinta de golfo apandador de la esquina.

Suerte a todos en la lotería que ya sabéis que siempre toca...