Tampoco es plan de ponerse nostálgico. Me voy de Berlín, pero al fin y al cabo dejo aquí casa, novio, muebles, ropa, libros, amigos... así no pasarán ni dos o tres semanas hasta que vuelva a poner un pie en tierras alemanas.
Y es por eso que quiero despedirme (o no, quién sabe) de esta ciudad, de mi época de funcionaria, de mi vida en Berlín con un ver para creer. Y es que en Berlín todo hay que verlo para creérselo...
Bicis para todos
Aquí uno nunca es demasiado mayor
Un puesto en el mercadillo
Las rusas aquí tampoco renuncian a estar sexys
¡¡¡Aparca como puedas!!!
No controles mi forma de vestir porque soy total...
El fotomatón de la esquina
Como te descuides de decoran el coche de hoy a mañana
Fiesta para todos los gustos
La ciudad y su pasado... en monumento del holocausto
Muchos niños...
Cualquier lugar es bueno para una siesta... la cúpula del Parlamento...
Igual que sus escaleras son buen sitio para un ratito de lectura
Gente sacada de una película
Y a todo el mundo gusto (sí, a la derecha del carrito, sí es un hombre)
Alguien se olvidó el vestido después de una noche loca
Lo de montar en bici con paraguas me sigue alucinando