domingo, 28 de octubre de 2007

Willkommen, bienvenue, welcome...

Llegar a Berlín y tener una casa sin muebles resultó ser más complicado de lo que pensé en un principio. Entre otras cosas porque mis queridos alemanes no aceptan la tarjeta Visa en ningún lado (y como supondréis, eso incluye IKEA).

Así que tuve que decidirme entre pagar una comisión de la leche al banco por sacar dinero o esperar a tener cuenta alemana y sacar dinero de ahí. Me decanté por lo último y, como no, cuando la transferencia no llegaba y yo seguía sin muebles (ergo sin casa), me arrepentí.

No lo consigo entender. Y la puñetera EC-Karte (tarjeta de débito), que es como una tarjeta VIP: sin ella no vas a ningún lado. Ni Visa Electron, ni Master Card, ni leches... Como véis ya he convencido a unos cuantos para manifestarse bajo el lema: "Yo también quiero pagar con Visa en IKEA" ;-)

1 comentario:

Sara Gironés Soroa dijo...

A mi cuando me ven la cara no me aceptan la visa en ningún lado... debe ser que ven que no hay garantía de pago.. jajaja

Por cierto, lo de pasar los cargos de la tarjeta de débito tarde y no al instante debe ser cosa de los alemanes. porque todo lo que pagué con visa débito el último fin de semana no me lo pasaron hasta varios días más tarde....
Besis!