miércoles, 5 de marzo de 2008

Estamos en huelga

Al que me vuelva a decir que Alemania es un país civilizado, le voy a correr a gorrazos. Hoy me levanto, miro por la ventana: "Mierda, está nevado". Y es que lo llevaban anunciando.Mientras me dicen desde casa que la primavera ya ha llegado, yo sigo en el crudo invierno y con síntomas de congelación y depresión. Así que, me uno al "winter sucks, bring the global warming" que luce una compi en su blog. Hasta ahí, nada nuevo, en Alemania en invierno hace frío.

Pero lo que nadie me dijo es que el país se puede parar de un día para otro con una huelga (¿pero esos no eran los franceses y los italianos?). Pues sí, para colmo de males, no sólo nieva y las calles están heladas, sino que en Berlín ha empezado hoy una huelga indefinida de los trabajadores de la empresa de transportes públicos BVG con la paralización casi total de los de autobuses, metros y tranvías.

Ajo y agua, porque estamos en huelga. Cualquier persona normal pensaría: "Bueno pero habrá servicios mínimos", para lo que, en respuesta, cito textualemente (todo lo textual que puede ser una traducción) lo declarado por un portavoz de la BVG: "hemos organizado unos servicios de emergencia, pero que son realmente mínimos y no podrán satisfacer de ninguna manera las necesidades de la ciudad". Ahí queda eso. Y doy fé, no satisfacen ni por asomo las necesidades. Como que me he hecho 45 minutos andando bajo la nieve para ir a la oficina.

No obstante, son listos estos cabrones, porque se está celebrando en Berlin la ITB, la mayor feria de turismo mundial, espero que la presión surta efecto... porque han anunciado que la huelga va a durar hasta el viernes 14 y, a este paso, la que se declara en huelga soy yo. ¿Quién me devuelve la pasta del abono de transportes?

Pero no sólo es Berlin, en el resto de Alemania hay paros selectivos y transitorios en los servicios públicos: aeropuertos, recogida de basuras, hospitales, guarderías y administraciones públicas.

Lo dicho, ¿país civilizado? Yo no lo veo claro...

lunes, 3 de marzo de 2008

No country for old men

Debe ser que no tengo buen gusto en el tema cinematográfico o que simplemente pertenezco a una minoría. El caso es que fuí a ver hoy No country for old men por eso de la cantidad de calvos desnudos que tienen los Coen y Bardem encima de la tele de casa y, qué queréis que os diga, no me ha gustado nada.

Bien es cierto que Bardem consigue un acento tejano casi perfecto -e igual de incomprensible que el del resto del reparto-. También hay que reconocer que la fotografía es maravillosa y los planos de las escenas me han gustado mucho. Por lo demás: me he aburrido como una ostra.

Para los que no habéis tenido el placer, aquí va el trailer:

domingo, 2 de marzo de 2008

Bélgica

¿Quién dice que no se puede ver Bélgica en un fin de semana? Pues yo, aunque se puede intentar y pasárselo bien en el intento.
Por fin uno de nuestros viajes. Sara llegaba el viernes a Bruselas vía madre Iberia y yo vía EasyJet un par de horas más tarde. Aterrizo, cojo el teléfono y llamo:

-"¿Donde estás?".

-"¡Venga que nos cierran el aeropuerto!, aquí en un café en la segunda planta."

-"Vale vente a la tercera que es donde estoy yo y te espero alquilando el coche."

-"¿Estás segura de que estamos en el mismo aeropuerto? Yo solo tengo dos plantas."

No me fastidies (en el fondo estaba pensando un "no me jodas" pero voy a moderarme). No, si va a resultar que Bruselas tiene más de un aeropuerto. Un olé por nuestra organización. Al final solo resultó que ella estaba en la JETA y yo en la JETB y que faltaban carteles indicativos por todos lados (una constante en Bélgica, como más tarde pudimos comprobar).

Una vez en posesión de nuestro Polo, nos metemos en el coche (21h) y le digo a mi hermana:

- "Tienes los mapas de cómo llegar a Amberes y al hotel?"

- "¿No te encargabas tú del coche y los mapas y yo de los hoteles?"

El segundo olé del día por organización y yo ya calentita... Pues nada, a la buena de dios, gracias que nada más salir había un cartel de Anwerp y que no nos pusimos a dar vueltas a ese Ring que como te descuides acabas en París de visita a Cris y Marta porque más que un anillo es una herradura...

Como era de esperar, nos perdimos, dimos más vueltas que un tonto y finalmente ¡nuestro hotel! O, más bien dicho, la posada de mala muerte... según entramos al ascensor nos entró el ataque risa de la pinta de destartalado que tenía, pero es que las escaleras estaban sacadas de una peli de Hitchcock.

Amberes: una verdadera sorpresa, me gustó mucho y ¡qué gofres!



A medio día, enfilamos hacia Gante. El plan, llegar a Gante, seguir algún cartel de los de centro ciudad y soltar el coche en el primer parking que encontráramos. Como no, el plan se nos fué a tomar viento cuando no encontramos dónde meter el coche y nos fuimos adentrando más y más en calles empredradas con tranvías, bicis y peatones por todos lados. Ni hablar de los carteles en neerlandés, muy útil.

En fin, después de meterme en una calle peatonal - sí, para cuando me dí cuenta, ya era demasiado tarde y tuve que salir marcha atrás-, me metí por una calle siguiendo a un coche y me paró una policía. Yo pensé que había venido dios a verme, que la mujer me había visto la cara de desesperada y me iba a indicar. Pues no. Me soltó una perorata en neerlandés a la que yo respondí con el internacional. "I don't understand". Mira a mi hermana con tres planos desplegados, me mira a mí y empieza: "Yu don undestan, yu don undestan, yu unterstan hundred an fifty euros SKASJAKSJA". Mierda, eso es internacional, me va a cascar una multa y todavía no se porqué. Se me pasaron dos ideas por la cabeza, la primera: joder, pues si me hubieras visto hace 10 minutos en la calle peatonal..., y la segunda: pues nada, nos hemos quedado sin comer y sin cenar ;-)

Después de indicarme que a la izquierda y algo así como "halt" (párate en alemán), me dije, pues nada, a pararme allí a la izquierda a que me casquen una multa. A todo esto mi hermana sacó su lado rebelde, que para eso es la pequeña, y dijo: "Isa, corre vámonos ahora que no mira". Yo que soy idiota me paré y miré por el retrovisor cómo la policía se giraba en plan Terminator y miraba con cara de "¿todavía seguís ahí?". Así que viene y no se me ocurre otra cosa que decir: "Parlez vous français?". Fué suficiente para despertar a la hidra de las siete cabezas que me echó una perorata que te cagas (90% en neerlandés y 10% en su inglés) y me dijo que fuera a la escuela a aprender neerlandés... En fin, para no entender francés bien que se cabreó la tía. Y otro olé por mi artes diplomáticas...
Después de esto, Gante no me iba a emocionar así que estuvimos paseando unas cuatro horas y vuelta al coche de camino a Brujas. Esta vez, por no tener, no teníamos ni plano de la ciudad. Después de las mil vueltas de rigor (esta vez preguntando en alemán) encontramos nuestro hotelito (sí nada de posada de mala muerte).
De Brujas tengo que decir que por algo la llaman la pequeña Venecia del norte. El domingo dimos el paseito de turno en barco por los canales y disfrutamos de un día fantástico hasta que hacia la una cogimos el coche porque aún nos quedaba por ver ¡Bruselas!

Hicimos el tour más rápido de la historia en Bruselas. Un sol radiante, mucha gente en las calles. Como bien me dijo mi compi Montse más tarde cuando le dije que todo el mundo me había hablado mal de Bruselas (de hecho los traductores e intérpretes de la UE la llaman la jaula de oro): "Bruselas con sol está magnífica, que no es magnífica".

El Mannenken Pis, toda una decepción: ¡ESTÁ VESTIDO!

Y, como broche final, nos perdimos pero bien perdidas para ir al aeropuerto. Y vale que una no tiene la mejor orientación, pero voy a promover una moción para que se le concedan a Bélgica fondos de cohesión de la UE para PONER CARTELES. Porque claro, en un cartel te ponen el aeropuerto en francés (muy bien) y en el resto Zaventem (que aparentemente es el nombre actual del aerupuerto, a pesar de que todo el mundo dice Bruxelles National).

En fin, Vini, Vidi, Vinci y un montón de risas entre medias. Te echo de menos churrita ;-)