¿Quién dice que no se puede ver Bélgica en un fin de semana? Pues yo, aunque se puede intentar y pasárselo bien en el intento.
Por fin uno de nuestros viajes. Sara llegaba el viernes a Bruselas vía madre Iberia y yo vía EasyJet un par de horas más tarde. Aterrizo, cojo el teléfono y llamo:
-"¿Donde estás?".
-"¡Venga que nos cierran el aeropuerto!, aquí en un café en la segunda planta."
-"Vale vente a la tercera que es donde estoy yo y te espero alquilando el coche."
-"¿Estás segura de que estamos en el mismo aeropuerto? Yo solo tengo dos plantas."
No me fastidies (en el fondo estaba pensando un "no me jodas" pero voy a moderarme). No, si va a resultar que Bruselas tiene más de un aeropuerto. Un olé por nuestra organización. Al final solo resultó que ella estaba en la JETA y yo en la JETB y que faltaban carteles indicativos por todos lados (una constante en Bélgica, como más tarde pudimos comprobar).
Una vez en posesión de nuestro Polo, nos metemos en el coche (21h) y le digo a mi hermana:
- "Tienes los mapas de cómo llegar a Amberes y al hotel?"
- "¿No te encargabas tú del coche y los mapas y yo de los hoteles?"
El segundo olé del día por organización y yo ya calentita... Pues nada, a la buena de dios, gracias que nada más salir había un cartel de Anwerp y que no nos pusimos a dar vueltas a ese Ring que como te descuides acabas en París de visita a Cris y Marta porque más que un anillo es una herradura...
Como era de esperar, nos perdimos, dimos más vueltas que un tonto y finalmente ¡nuestro hotel! O, más bien dicho, la posada de mala muerte... según entramos al ascensor nos entró el ataque risa de la pinta de destartalado que tenía, pero es que las escaleras estaban sacadas de una peli de Hitchcock.
Amberes: una verdadera sorpresa, me gustó mucho y ¡qué gofres!
A medio día, enfilamos hacia Gante. El plan, llegar a Gante, seguir algún cartel de los de centro ciudad y soltar el coche en el primer parking que encontráramos. Como no, el plan se nos fué a tomar viento cuando no encontramos dónde meter el coche y nos fuimos adentrando más y más en calles empredradas con tranvías, bicis y peatones por todos lados. Ni hablar de los carteles en neerlandés, muy útil.
En fin, después de meterme en una calle peatonal - sí, para cuando me dí cuenta, ya era demasiado tarde y tuve que salir marcha atrás-, me metí por una calle siguiendo a un coche y me paró una policía. Yo pensé que había venido dios a verme, que la mujer me había visto la cara de desesperada y me iba a indicar. Pues no. Me soltó una perorata en neerlandés a la que yo respondí con el internacional. "I don't understand". Mira a mi hermana con tres planos desplegados, me mira a mí y empieza: "Yu don undestan, yu don undestan, yu unterstan hundred an fifty euros SKASJAKSJA". Mierda, eso es internacional, me va a cascar una multa y todavía no se porqué. Se me pasaron dos ideas por la cabeza, la primera: joder, pues si me hubieras visto hace 10 minutos en la calle peatonal..., y la segunda: pues nada, nos hemos quedado sin comer y sin cenar ;-)
Después de indicarme que a la izquierda y algo así como "halt" (párate en alemán), me dije, pues nada, a pararme allí a la izquierda a que me casquen una multa. A todo esto mi hermana sacó su lado rebelde, que para eso es la pequeña, y dijo: "Isa, corre vámonos ahora que no mira". Yo que soy idiota me paré y miré por el retrovisor cómo la policía se giraba en plan Terminator y miraba con cara de "¿todavía seguís ahí?". Así que viene y no se me ocurre otra cosa que decir: "Parlez vous français?". Fué suficiente para despertar a la hidra de las siete cabezas que me echó una perorata que te cagas (90% en neerlandés y 10% en su inglés) y me dijo que fuera a la escuela a aprender neerlandés... En fin, para no entender francés bien que se cabreó la tía. Y otro olé por mi artes diplomáticas...
Después de esto, Gante no me iba a emocionar así que estuvimos paseando unas cuatro horas y vuelta al coche de camino a Brujas. Esta vez, por no tener, no teníamos ni plano de la ciudad. Después de las mil vueltas de rigor (esta vez preguntando en alemán) encontramos nuestro hotelito (sí nada de posada de mala muerte).
De Brujas tengo que decir que por algo la llaman la pequeña Venecia del norte. El domingo dimos el paseito de turno en barco por los canales y disfrutamos de un día fantástico hasta que hacia la una cogimos el coche porque aún nos quedaba por ver ¡Bruselas!
Hicimos el tour más rápido de la historia en Bruselas. Un sol radiante, mucha gente en las calles. Como bien me dijo mi compi Montse más tarde cuando le dije que todo el mundo me había hablado mal de Bruselas (de hecho los traductores e intérpretes de la UE la llaman la jaula de oro): "Bruselas con sol está magnífica, que no es magnífica".
El Mannenken Pis, toda una decepción: ¡ESTÁ VESTIDO!
Y, como broche final, nos perdimos pero bien perdidas para ir al aeropuerto. Y vale que una no tiene la mejor orientación, pero voy a promover una moción para que se le concedan a Bélgica fondos de cohesión de la UE para PONER CARTELES. Porque claro, en un cartel te ponen el aeropuerto en francés (muy bien) y en el resto Zaventem (que aparentemente es el nombre actual del aerupuerto, a pesar de que todo el mundo dice Bruxelles National).
En fin, Vini, Vidi, Vinci y un montón de risas entre medias. Te echo de menos churrita ;-)
5 comentarios:
Pues menos mal que el "parle vouz français?" lo dijiste en Gante...en Brujas, mucho mas nacionalista, ya es casi motivo de carcel....que gran pais Belgica....que recuerdos...
El adjetivo de Bruselas : es/está preciosa.
Un beso desde el país que se recorre en un fin de semana, aunque claro siempre se puede alargar la cosa...(como el trabajo).
Ya decía yo que magnífica no era la palabra ;-)
Ya sólo me queda por conocer un 80%del país...
que gran viaje Isabel... acabo de leer tu crónica y descojonandome yo sola al recordar... que momentos... y que gofres...
Efectivamente lo del "ring" de Bruselas es como para acordarse de la madre de todos los belgas! Sobre todo si alquilas un coche en Maastricht y en el mapa de ¡Holanda! -claro- que te proporcionan, el ring de Bruselas está cortado por la parte de abajo y jamás llegas a pensar que es una herradura sin cerrar. En fin que volviendo de Brujas a Maastricht, se nos ocurrió ir por el sur del "anillo" -todo hay que decirlo, jaleados por mí- y en llegando cerca de Mons y viendo los letreros de Waterloo no tuve mas remedio que aceptar que me había equivocado... y nos dimos una fantástica vuelta por las maravillosas autopistas belgas -iluminadas en toda su extensión- pasando cerca de Namur y Lieja....hasta enfilar a nuestro destino. Calculo que unos 150 km de más! Mis compañeros de viaje y la Gran Sultana todavía no me lo perdonan!
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