Después de la tormenta...

llegó la calma.

Ya está. Enviado. Todavía no me lo creo.

Dos meses de cucarachas para arriba y para abajo. Dos meses de darle el coñazo a mi santo informático. Dos meses de soñar con los malditos bichos. Dos meses de ser servidora personalizada. Dos meses de monotema. Dos meses de no puedo pegar la imagen, la letra no quiere cambiarse, desaparecen las animaciones. Dos meses de, por favor, un poco de silencio. Dos meses de beca...

Y hoy me he desinflado, pensaba escribir sobre Moscú (que estáis todos muy vagos), pero después de mandar el mailing a las empresas, me he desinflado.

Todavía no se ha acabado la historia. Estoy rezando a todos los dioses conocidos para que alguna empresa alemana se interese en el producto, casi mi producto a estas alturas, y decidan entrevistarse con los españoles. Pero mi trabajo y mi responsabilidad se han acabado. No obstante me daría pena que se quedara en nada. Ahora queda escribir un informe de esos tan bonitos, con la letra chucuchu, tamaño pirifli y títulos de aquella manera, pero eso es pan comido.

Vuelvo a ser una becaria rasa y no veáis lo bien que sienta...