


Y si le añades una caravana, este es el resultado.



Y si le añades una caravana, este es el resultado.

Me encanta la kartoffeln con las frutas exóticas... es genial.
Otro que es muy chulo es el de los ositos de goma (Gummibärchen) que se tranforma en Gummi, Bárchen! (¡Goma, ositos!). Es muy bueno.

La próxima, la boda de Gemma en Leeds, todo un acontecimiento social... en cuanto me haga con fotos escribo la entrada.
ra celebrar sus 26 primaveras. Segunda parada, cena en La Cocosatu (véase el restaurante
del jorobado). Sí está ahí, es de verdad y batiría al de Notre Dame si quisiera entrar en el Guiness de los records. Disfrutamos de los micis que son bolitas de carne (no conseguí descifrar de qué tipo) con unas patatas magníficas (decían de las alemanas). Muy rico. Las conversaciones sobre política local se suceden entre Rodri y los españoles expatriados y arumanados: nombres, partidos y anécdotas... Luego terracita, cervecitas y a la cama que al siguiente día toca excursión.

Y venga a subir escaleras
Luego a bajarEl domingo vimos la gloriosa casa Poporului, conocida por ser el segundo mayor edificio del mundo tras el Pentágono. Hay que destacar que, todos los materiales, toda la decoración, e incluso los bichos que seguro que recorren el palacio; todos ellos son rumanos. En eso consiste la visita. Aquí hay una sala con mármol rumano. Aquí hay otra sala con seda rumana. Aquí hay otra sala... y así hasta el fin de los siglos. Lo me que dejó de cuadra fue el hecho de que, vale que la idea y las obras se comenzaron bajo las órdenes del loco de Ceaucescu, pero resulta que para cuando cayó, el palacio sólo tenía los cimientos y decidieron seguir adelante con esa locura arquitectónica. La mejor frase del guía "los rumanos cuando visitan el palacio se dan cuenta de que todo lo que han sufrido ha sido para construir esto". Pues nada, ahí queda eso... surrealista...


