Hay días que me sorprendo en el supermercado pesando: "más de la misma mierda".
Y es que Alemania es un país desarrollado, moderno, con unas ayudas sociales que muchos otros países y aún así, en el tema culinario, dan pena.
Y no es por falta de interés! La tele está llena de programas de cocina, batallas de cocina, cocineros famosos salvando restaurantes, etc... no obstante, cuando se trata de comer, esta gente sigue atascada en el Abendbrot (pan de por la tarde, vamos un sandwich de cena).
Y no solo eso. Los supermercados son tristes... echo de menos un super con una buena carncería, hoy en día, para mí, la carne picada solo viene en paquetes (y mira que mis padres siempre dijeron que la carne solo recién picada y bien fresca y a cocinar en el mismo día).
Cuando voy a España me detengo delante de las pescaderías, ensimismada, qué selección, qué variedad, pero si hasta limpian el pescado! Aquí lo tienen ya fileteado así que no hay modo de saber cuanto tiempo lleva ahí tieso... y si pides que te limpien unos boquerones te miran como si fueras marciana.
Luego pasamos a la fruta y las verduras... que tristeza. Nabos, calabacines, berenjenas y broccoli... ya está, eso es más que suficiente.
No saben que existen espinacas frescas!!!! que no salen de una caja de congelados. Y ni sueñes encontrarte con una bolsa de espinacas lavadas...
Lo único que dominan son las patatas. Si señor, aquí el puré de patatas Maggi tiene pocos adeptos porque toda mami que se precie, sabe hacer un buen puré de patatas. Eso sí, cuando les explicas que la tortilla de patatas que se están comiendo tienen patatas fritas por una misma, te miran con grandes ojos como platos... en fin...
Que me quiten el Lidl y me traigan el Mercadona!
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1 comentario:
Kein problem churrita!! Ahora ya estoy yo en Madrid para hacerte paquetes de supervivencia: atún en lata, tomate frito, sobres de jamón y lomo...
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